Si te pidiéramos que, en las notas de tu celular o en una hoja, escribieras las metas que tenés con tu empresa turística, ¿cuáles incluirías? Tal vez pensás en la apertura de una página web, incluir acciones sostenibles relacionadas con ecoturismo, remodelar, aumentar las ventas, expandir tu negocio, mejorar las redes sociales, comprar herramientas e insumos, ampliar el catálogo de productos o hasta comprar un vehículo para el negocio.
En cuanto a metas, podés hacer volar tu imaginación, pero ¿cómo lograrlo?
El paso número uno es la actitud y la motivación para poder empezar a dar ese gran salto (aunque visualicemos la meta como pequeña), así cada acción será motivada por ese sueño. ¿Y el segundo paso?
¿Cuáles son las necesidades de tu empresa y las de tus clientes? Por ejemplo, puede ser que tu empresa turística requiera un vehículo para diferentes fines, pero con un análisis podrás determinar el tamaño y tipo de vehículo necesario para poder transportar a tus clientes mediante un nuevo servicio.
Cuando sabemos qué necesitamos (insumos, personal, proveedores, materiales, etc.), es hora de establecer un período para trabajar en ello, pero también el presupuesto para ejecutarlo y, eventualmente, definir cómo obtendremos ese presupuesto para el financiamiento del proyecto.
Idear las estrategias para cumplir esa meta es parte del proceso. ¿Cuáles cambios debés incluir en tu negocio para llegar a la meta en ese plazo? Esto lo podés formular en equipo o de forma individual, para ponerlo en práctica de acuerdo con tu cronograma.
Es posible que los obstáculos aparezcan en el camino, pero la prevención nos ayudará a superarlos. Entre ellos pueden estar los retrasos en ventas o proveedores, la falta de recursos económicos, tecnológicos y humanos y en el alza en los precios.
Los cambios son una inversión, siempre que estén pensados de forma inteligente, después de un análisis que permita determinar si son rentables o no. Además, el presupuesto será parte de ese análisis, porque nos ayudará a saber si realmente el cambio nos beneficia.
El presupuesto para el nuevo proyecto, en conjunto con el flujo de caja, determinarán los esfuerzos económicos a realizar, así como el dinero destinado para atender los posibles obstáculos que se puedan presentar. Por ejemplo, destinar los ahorros, invertir a nivel de sociedad y/o solicitar apoyo financiero.
Si te decidís a optar por un financiamiento, te contamos lo que te brinda el Banco Nacional:
¡Ahora sí, manos a la obra!
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