Comprar un vehículo para uso personal es una tarea compleja, que conlleva tiempo y dedicación, y si se trata de un vehículo para tu negocio, podría convertirse en una decisión incluso más difícil, sobretodo con la gran variedad de opciones que te ofrece el mercado.
Acá te compartimos una guía de elementos a considerar, que pueden ayudarte a tomar la decisión del vehículo más adecuado para cubrir las necesidades de tu empresa. Recordá que se convertirá en una herramienta importante para su desarrollo y crecimiento.
La necesidad que debés cubrir es el primer elemento a considerar. Esto te llevará a acortar la lista de opciones. Algunas de las preguntas por responder son: ¿qué tipo de servicios vamos a brindar con el vehículo?, ¿estos servicios requieren de maquinaria especial? y ¿esta maquinaria tiene un tamaño o peso específico?
Acerca de la capacidad de carga del vehículo, ¿necesito un acondicionamiento especial o adaptación en el vehículo?, ¿me permite realizar las cargas o descargas ágilmente? Estas mismas preguntas podrías hacértelas en el caso de que sea para transportar un producto. Las respuestas te pueden evitar comprar un vehículo que no necesités para el desarrollo de tu negocio y, de esta manera, elegir correctamente el diseño, tamaño y capacidad de carga.
El segundo elemento a considerar es la ruta o trayectoria que deberás cubrir con el vehículo. Acá te recordamos que en Costa Rica encontramos presas por todo el país y a toda hora, por lo que debés de valorar las rutas, para contemplar los gastos asociados con el combustible. Aunque muchas marcas trabajan en desarrollar motores mucho más eficientes, no podés pasar por alto el consumo de este. Una vez que elegiste el diseño según la necesidad, revisá bien la potencia, el cilindraje, el motor y el tipo de combustible: diésel, gasolina, gas, o bien, electricidad.
El tercer elemento a tomar en cuenta es la garantía, el mantenimiento y el seguro. Debés elegir vehículos que tengan garantía y buena calidad, ¡recordá que no son un lujo, sino una herramienta de trabajo! Es importante que tengás los cuidados necesarios y que el vehículo cuente con tapetes, protectores para techos y los accesorios que requiere para su adecuado funcionamiento.
Además, debés considerar los gastos asociados por mantenimiento, por lo que te recomendamos negociar con el vendedor algunos de ellos, así como tenerlos bien mapeados para que no se te olvide realizarlos. Por supuesto, no podés dejar de lado adquirir un buen seguro, ya que te ahorra mucho dinero en caso de presentarse cualquier imprevisto y tiene condiciones que ni te imaginás para tu seguridad en carretera.
El último elemento, pero no el menos importante, es el presupuesto. Ahora que ya consideraste todos los aspectos que te mencionamos, debés centrarte en cuánto dinero tenés disponible y en las opciones de financiamiento. Debés tomar en cuenta no solo si te da la capacidad de pago, sino qué tan ajustado quedás, mes a mes, para pagar el préstamo y si se adecúa al plan de negocio de tu empresa.
Hay entidades, como el BN, que te brindan atención personalizada a través de un ejecutivo especializado, condiciones ajustadas a tu actividad comercial, tasas de interés fijas por algunos periodos y formas de pago acordes a la generación de tu negocio.
Si tenés ganas de ir viendo un vehículo para tu negocio, te recomendamos ir planificando bien el tema del financiamiento. Te compartimos una calculadora para avanzar en estos temas:
BN VEHÍCULOS